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Una mujer emprendedora es capaz de llevar sus visiones e ideas al siguiente nivel. Esto incluye el visualizar una oportunidad y convertirla en su próximo proyecto y hacerlo perdurar a través del tiempo. Sin embargo, no es tan sencillo como parece, dentro de estas visiones se incluye el asumir los riesgos que dichos proyectos puede suponer y adaptándose a las circunstancias de cada momento.

Si bien, cada mujer emprendedora tiene motivaciones distintas, pero sin lugar a duda existe un patrón que las define.

•Espíritu emprendedor: la falta de ofertas laborales y la poca flexibilidad de horarios para ser esposa y madre, impulsa a muchas mujeres a crear su propio negocio. Por el otro, es fundamental que toda persona emprendedora detecte oportunidades en el mercado, es decir, necesidades de consumidores que no están cubiertas y las aprovechen con la creación de una empresa o proyecto.

•Formación: antes de emprender, resulta crucial tener conocimientos en ámbitos como la gestión empresarial, administración, marketing, las ventas, la fiscalidad o los recursos humanos.

•Pasión: el emprendimiento te lleva a hacer aquello que te apasiona en la vida, de manera que puedas sacarle el máximo provecho y lo hagas evolucionar. Hay que sentir pasión por tu negocio y así levantarte cada mañana con ilusión por trabajar en aquello que realmente te gusta.

•Liderazgo: toda mujer emprendedora debe ser una buena líder con habilidades de comunicación, la capacidad de tomar decisiones y dar ejemplo a su equipo, además de disponer de conocimientos del mercado. El liderazgo no consiste solamente en estar al mando, sino en cuidar de las personas a tu cargo.

•Empatía: la empatía se está convirtiendo en un rasgo fundamental para los líderes del futuro, dado que impulsa la productividad y la innovación.

•Proactividad y capacidad de adaptación al cambio: ante los cambios constantes que se están produciendo en la sociedad y, sobre todo el mercado, a causa de la pandemia de la covid-19, la proactividad y la capacidad de adaptarse a los cambios son habilidades esenciales en cualquier mujer emprendedora.

•Resiliencia: la anticiparon ante la incertidumbre y el desarrollar resiliencia, te preparan para resistir a cambios fuera de tu control, como lo es una pandemia. Por tanto, saber adaptarse y ver oportunidades en momentos de crisis es una característica crucial que debe desarrollar la mujer emprendedora.